La casquería está de moda.
Cuando yo era pequeña mi madre algunas veces cocinaba lengua y a mí me encantaba. Después dejó de prepararla, no sé porqué.
Hace un par de años, en una feria gastronómica muy cool me pusieron una tosta …(remarco que no era una tostada, sino una tosta, para que veas lo cool que era el lugar)… pues me sirvieron una tosta de corazón.
A mí me gusta el hígado, el riñón y la carrillada, así que tenía en mente preparar lengua guisada.
La he encargado en una carnicería y al día siguiente ya la habían traído. Para cocinarla me he basado en una receta de Arguiñano modificada, adaptándola a nuestras alergias y a lo que había en mi nevera.
La lengua es una carne sabrosa, tierna, sana, fácil de preparar y barata.
Ah! Los niños se la han comido fenomenal, aunque he de confesar que no les he dicho lo que era por si acaso. La próxima vez será.
Le he puesto vino blanco cuyo alcohol se evapora al cocer. Si no quieres usar vino, lo puedes sustituir por caldo.
Vamos con la receta: